CONDENSACIONES EN MUROS DE PIEDRA

En este álbum os mostramos un trasdosado interior en una vivienda unifamiliar con muros de piedra. El mismo muro comparte exterior e interior de la vivienda.

Por la disposición del terreno, por el mortero de juntas y la porosidad propia de la piedra, se produce un empape de las zonas bajas: el agua no llega a aflorar en el interior, pero sí enfría los paños interiores lo suficiente para que el aire de la vivienda alcance el punto de rocío, concretamente en la estancia más afectada: el salón. Además de la pérdida de confort, las consecuencias más visibles son la aparición de mohos, manchas y disgregación del rejuntado.

Nos propusimos eliminar el problema sólo en el interior de la vivienda, por el grosor de los muros de cerramiento (que garantizan el correcto funcionamiento aún soportando estas condiciones) y por el coste elevado que tendría una actuación externa. Así que actuamos en el perímetro y con 2 soluciones:

  1. Trasdosado seco con perfilería metálica.
  2. Y mortero técnico en zonas de escaleras: hemos recurrido a ello, a pesar de que nos gusta menos que el trasdosado, para poder continuar la estética original de las escaleras en su rodapié (un trasdosado habría sobrepasado la pared)

Es un trabajo que aún siendo sencillo en su planteamiento, requiere de mucha pericia en su ejecución: prestar atención a los encuentros, eliminar puentes térmicos, rellenar con la manta térmica incluso el interior de los perfiles, etc.

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